RSS

cinco: Un huevón fome, pero romántico

sábado, agosto 08, 2009

7 de agosto, 2009. El día está más caluroso que el resto de la semana y el verdadero infierno de la sala de computadores a causa de la sobrevalorada calefacción causa estragos en mi cabeza y me cuesta trasformar estas palabras en un espejo de mi cuerpo y de mi más que oculta interioridad.

Más dificultosa es la empresa de hablar de un yo cuando llevo meses borrándome del mapa tras una tercera persona. A simple vista, me reconozco como un tipo normal, estatura típicamente chilena – poco más de 1.70 – contextura corriente y sin mayores parafernalias corporales.

Mi rostro, en cambio, podría denotar ciertas particularidades, mis ojos café están escondidos tras unos anteojos cuadrados que nunca salen de ahí y protegidos por unas cejas enormes que lejos de cualquier complejo, luzco con orgullo por ser marca familiar –nota aparte las recurrentes comparaciones de mi entorno con las que luce el diablo-. En tanto mi cabellera, pareciera mutar según las estaciones del año y el clima, ya que fluctúa entre un rizado total que la transforma en un perfecto peinado afro y una ondulación apenas perceptible como si se tratase de una dialéctica estilística que me es imposible controlar(aunque quizás no me importe demasiado hacerlo).

En el plano interno, la situación se torna cada vez más difusa pues si bien creo conocerme a cabalidad, me complica de sobremanera plasmarlo en unas cuantas palabras, en este momento por ejemplo, me aterra la posibilidad de dejar constancia de quién soy y en el futuro, notar que algo ha cambiado.

Quizás sea cierto que los seres humanos somos como un río que se mantiene idéntico pero nunca ve fluir la misma agua que hace un rato. Es por esto que en las próximas líneas intentaré dejar de lado cosas que me parezcan un tanto banales y darle espacio a lo esencial de quien suscribe.

Sentimental, generoso y sobre todo soñador. Un romántico diría la RAE, yo prefiero considerarme un tonto feliz. No es que deje la racionalidad de lado, pero me encanta hacer patentes mis anhelos durante el día y gozo minuto a minuto con las decisiones que he tomado. Reconozco abiertamente el sentirme orgulloso de mis vínculos emocionales y del camino que he tomado. Desde ya me siento un periodista más y puedo decir con propiedad que amo lo que estudio y pretendo hacer el resto de mi vida.

Muchos se han alarmado al escuchar las recientes palabras, pero yo no concibo la vida sin esa gota de amor propio y convicción que hace destacar a la gente. El que no se arriesga no cruza el río, dicen por ahí y como corolario yo agrego que realmente hay que querer hacerlo.

Por otro lado, me siento marcado por un irrefutable y casi indestructible egoísmo emocional. El mundo no se puede enterar de lo que me pasa a no ser que realmente me importe, y para eso se debe dar un mecanismo a lo menos complejo. La gente llega con dificultad a ser relevante en mi vida y el que yo se los demuestre es otra vaina igual de complicada. Es cierto, a ratos me transformo en una especie de ogro para el resto, pero con el tiempo he entendido que esta especie de mecanismo de autodefensa funciona si es bien utilizado, a final de cuentas del grupo que ha logrado tocar aquellas fibras ocultas de mi personalidad son más las que me han gratificado que las que me han fallado.

Además de las grandes dimensiones descritas con anterioridad, existen otras características que aunque no lleguen a ser determinantes ocupan un preciado lugar en mi propio imaginario. Soy un apasionado por la lectura y aunque no me creo un genio y reconozco mi ignorancia e inferioridad ante quienes corresponde, me cuesta tolerar a la gente que no es capaz de ser conciente de sus errores y más aun la que vive estancada en sus problemas sin mostrar interés por superarlos.

Por otro lado, mi entorno más cercano conoce como un huevón fome, pero el uso de la ironía se transforma en mi más letal arma para responder a la gente que me ataca sin llegar al enojo, soy más bien un tipo pacífico y la confrontación no es lo mío.

Los elementos descritos más un poco es esto y otro de aquello conforman al humilde servidor que ahora escribe y pasados los cuatro mil caracteres se despide porque ya no puede más con el aire caliente que opera como si de un somnífero se tratara.

cuatro: El Salto (o él saltó)

domingo, julio 26, 2009

Ya lo había decidido y no daría pie atrás. Ese puente estaba cargado de una importancia emocional superlativa, pero difusa. Lejanos le parecían esos días en los que cruzaba con su padre hacia el estadio.
Ahora todo era distinto, la tranquilidad del núcleo familiar era cada vez menos propia. Estaba cansado; el intransigente jefe, la insistente ex-esposa que venía a cobrar pensiones, el conserje con los gastos comunes, los tacos de la ciudad, el calentamiento global, el doctor que no detectaba sus múltiples enfermedades. Todo atentaba en contra de su tranquilidad y sus esperanzas estaban centradas en la particular intentona que se acercaba.
Ya lo había decidido y no daría pie atrás -o quizás sí- mirar al río era mirar a un pozo sin fondo, el cuerpo le temblaba y su sangre fluía cada vez más fría.
Una vez más sintió como la caótica enumeración de conflictos cotidianos aprisionaba su cuello y sin volver a pensarlo se precipitó al vacío. Sus pesares afloraron en un grito desgarrador y vio su vida pasar en dirección contraria al cuerpo entregado a la caída.
De pronto se sintió liviano y de un tirón volvió a la vida. El salto en bungee había sido una buena idea; Dicen que Jesús había resucitado al tercer día, él lo había conseguido en apenas unos segundos.

CRÓNICA REFLEXIVA DE UN REGRESO

lunes, julio 06, 2009


CRÓNICA REFLEXIVA DE UN REGRESO

San Antonio, 6 de julio de 2009. Otra vez acá, oficialmente de regreso en la ciudad, los fines de semana no se valen cuando uno apenas alcanza a vivir en cuarenta y ocho horas de paréntesis antes de volver a la capital.
Es raro bajar por El Molo a tomar una micro que esta vez espera por mí y para a mitad de cuadra. Por estos lados son todas de distinto color y hay que contar las chauchas para subirse (nota aparte lo perdedor que me sentí preguntando cuanto valía el pasaje). Una vez sentado, -sí, aquí uno puede hacerlo- me puse a sumar los números y luego a contar para felizmente obtener una letra efe. Ese juego ñoño que todos hemos jugado a veces le achunta. Como es costumbre en el puerto, el timbre no funcionaba, pero igual bajé por atrás y fui mirado como un bicho raro por hacerlo y no darle las gracias al chofer.
Una vez en el centrito comenzaron mis labores burocráticas. Primero al banco número uno a depósitar a una cuenta y girar desde otras, por suerte acá siguen existiendo las personas en toda la extensión de la palabra y un señor me avisó que se me quedaba la TUI. Terminada la primera parte de la faena, al banco número dos a hacer una fila gigante, aunque todo se hace más grato cuando alguien decide no poner videos "graciosos" y mostrar capítulos de Diego y Glot, que por repetidos que sean aún me hacen reír. Mientras esperaba tenía el mismo miedo que muchos que se ven enfrentados a este tipo de trámites - ¿Estará bien la boleta?...Chu... si me equivoco tengo que hacer la cola otra vez - afortunadamente estaba bien y di por finalizada mi empresa.
Ahora de vuelta a casa - ¿micro ($300), coleto($350) o a pata($0)?- respuesta obvia y a caminar por 21 de Mayo. Me resultó triste ver el antiguo edificio de mi colegio, tan triste, mal cuidado y peor aun, amarillo. Sobre el mar también hay cosas que decir, quizás algún país vecino se salió con la suya y se lo robó, o quizás es tan sólo la neblina (algo parecido al smog, para quienes no la conocen).
No me quejo de mi vida capitalina, pero qué bueno es estar en casa. Un poco de vida lenta y pasmosa no le viene mal a nadie de vez en cuando.

QUE NO SE NOS QUEME EL PAN

viernes, junio 12, 2009


El deporte es vida, pasión, e incluso identidad comunitaria,más aun cuando se gana. Nada más ilustrativo que el acontecer de nuestra selección, que como nunca rompe las historias adversas y mantiene las que le convienen provocando una catarsis colectiva que hace tiempo no se veía. Pero ojo, que aun no estamos clasificados y Chile es un país de panes quemados en la puerta del horno.
Me considero un chileno futbolero prototípico y no puedo negar que ver jugar al equipo de Bielsa me resulta un auténtico placer, sin embargo me llama poderosamente la atención la rimbombancia con que se han manejado los recientes triunfos. Es cierto que nunca se le había ganado a Argentina, que Asunción era una plaza imposible para el fútbol nacional y que la selección de Acosta terminó el proceso con dos puntos menos que los actuales ¿y de qué sirve todo eso si la clasificación sigue estando a la vuelta de la esquina?.
Precisamente ese es el punto,
a la vuelta de la esquina nunca ha sido sinónimo de "aquí"
y para llegar allá sigue faltando trabajo, puede que los próximos rivales sean asequibles en el papel, pero así como la humilde selección chilena le ganó al gigante argentino, podría venir Venezuela y dar la sorpresa, tan sólo se pide un poco de cordura y que no se llegue a acciones tan patéticas como las del mundial juvenil canadiense cuando en vísperas de la semifinal se realizó un contacto en directo con las familias de los jugadores.
Hoy se tiene un equipo con buena técnica y garra, además de un técnico inteligente, una dirigencia afín y sobretodo un país entero apoyando a sus representantes, todo esto converge en una oportunidad única que no debe ser desaprovechada, ojalá que los medios de comunicación, sobretodo,
no olviden que la contienda podría convertirse en desigual.

DEL DICHO AL HECHO: UNA CARRERA EXPLOSIVA.

domingo, junio 07, 2009

Por Javier Sáez Leal


Marco Enríquez- Ominami, es un nombre que no deja indiferente a ningún actor público de la actualidad. Y es que su arremetida en la escena presidencial ha sido tan vertiginosa como el resto de su carrera política: en 2006 asumió como diputado por el distrito diez de Valparaíso y este año al terminar su período, ya se perfila como presidenciable.
Ante esta situación surge una gran pregunta, ¿Cuáles son las son los motivos de este explosivo avance?, sin importar las respuestas a esta interrogante tenemos alicientes que hacen aun más relevante la figura de Enríquez-Ominami, tal es el caso de la última encuesta hecha por TNS-time que lo sitúa cuatro puntos por encima de Frei con miras a la elección presidencial. Esto último refleja una gran adhesión popular, que tiene su génesis en el qué hacer del candidato en el mundo del espectáculo.
La del independiente, es para bien o para mal, una historia marcada a fuego por su relación marital con la conocida animadora de Televisión Nacional Karen Doggenweiler, su incursión como director en cine y televisión además de su condición de hijo adoptivo del referente socialista Carlos Ominami. Esta situación hace que el candidato adquiera una especie de carga magnética para los medios de comunicación, que desde las primeras instancias del proceso han buscado al Barack Obama chileno a fin de causar impacto en la gente y aumentar sus ventas y/o audiencias.
De esta forma el hijo de la periodista y socióloga chilena Manuela Gumucio tiene en sus manos el poder de la carga mediática, dicho de una forma más retórica: su voz se escucha más y mejor que la de otros candidatos. Dato no menor si consideramos que sólo en este ciclo eleccionario se cuentan varias campañas que nacieron muertas por la poca difusión de los mensajes de cada postulante. ¿Qué tan distinta sería la historia si el precandidato radical, José Antonio Gómez, hubiera contado con tamaño apoyo mediático?, ¿Hubiera llegado a estar en boga el debutante Enríquez-Ominami, sin haber hecho antes carrera en televisión?. Estas preguntas quedarán tan sólo para la anécdota sin importar sus respuestas.
Lo cierto es que el joven díscolo ha hecho valer su condición de hombre de comunicaciones y aprovechado progresivamente los micrófonos, luces y cámaras que lo han rodeado últimamente para enviar su mensaje a la comunidad y captar mayor apoyo ciudadano. Puntos de ventaja notables frente a la también precandidata Pamela Jiles, que pese a su popularidad no logra posicionarse como una alternativa confiable para la ciudadanía.
La misión actual del aspirante a la moneda no es sólo práctica (conseguir las firmas que le permitan competir), sino que también ideológica. Hoy, se le hace imperante la necesidad de seguir afianzándose como una opción valedera y no quedarse en ser un representante de la variopinta y peculiar farándula-política nacional. Debe unirse con gente importante, que le de peso a su proyecto, y por sobretodo provoque un sentir de seguridad en la ciudadanía.



[columa escrita la semana pasada para el ramo de redacción]